Para los amantes del género un buen documental emitido en La 2, como no podía ser de otra manera, sobre el mito de La estrella de Belén. Para echarse un rato al sofá ponerse la tele a la carta a través del enlace y disfrutar de él hasta que lo retiren o condicionen su acceso.

Según lo visto, queda demostrado que llevamos un error mínimo de cinco años desde que comenzamos a contar a partir del nacimiento de Cristo. Quiere decir esto que el año nuevo sería el dos mil diecinueve y no el dos mil catorce como el que vamos a celebrar.

Que no se enteren los políticos que argumentarían que al igual que adelantamos y atrasamos el reloj una hora, podríamos este año ponernos al corriente en los guarismos del calendario. Así nos cobrarían los impuestos que deberíamos de haber pagado en estos cinco años de salto, de una sola vez. Qué parece increíble, pues no sé, cosas más raras he visto ya desde los años que voy votando. Porque realmente pagamos ya por el aíre que respiramos y el agua que bebemos. Por otra parte sumar y restar una hora cada año es una cosa y sumarnos cinco años así del tirón vaya lío para tener que contar. Mejor dejar los números del calendario como están.

Otro aspecto que me ha hecho que pensar, es que al final, por ver las estrellas y no tener ni idea de lo que estaba pasando, vaya la que montaron los magos, con lo bien que siempre me han caído. Que más que magos eran astrónomos y astrólogos, no había separación en esas dos artes. Y claro, cuando juntas ciencia y superstición en el mismo libro…, utilizaban los datos científicos para realizar profecías, mezclandolo todo. Así que la liaron parda cuando preguntaron a Herodes por el nuevo rey.

Lo que queda medianamente claro es que seguimos después de dos mil años sin saber qué es lo que realmente pasó. Cada uno lo ve como quiere, como más le gusta o le repercute en su bienestar. El fenómeno de la estrella de Belén ocurrió, no cabe duda, por los escritos lo sabemos y podemos afinar para fechar ahora que sabemos de órbitas y trayectorias teniendo el clielo y sus astros en la medida de lo posible estudiados, pero ¿realmente la estrella de Belén anunciaba lo que pensamos que anunciaba o le tocaba estar ahí ese día y a esa hora ya desde mucho antes por su órbita?

Felices Fiestas